Un estudio reciente señalaba que un trabajador dedica casi 34 horas y media semanales a sus funciones laborales, 1.791 horas anuales y algo más de 84 mil durante su carrera profesional. A estas mareantes cifras (sí, lamentablemente aún no se ha inventado la Biodramina que las suavice) se añade la del porcentaje de tiempo que pasamos en espacios cerrados: más del 90%. Unos números tan abrumadores que no admiten debate alguno sobre el papel protagonista del bienestar en edificios, oficinas y espacios laborales.
Aunque la convivencia con el Covid ha obligado a numerosas empresas a tomar medidas focalizadas en seguridad y protección, la íntima relación entre espacios de trabajo poco saludables y factores como enfermedades y productividad es un argumento de mucho peso 🤒 para implementarlas también necesariamente en el terreno del bienestar.
Acciones que suman bienestar
El diseño eficiente del espacio de trabajo representa una herramienta poderosa para el futuro de las empresas. Un pobre bienestar del espacio laboral acaba teniendo un impacto negativo que se extiende más allá del bienestar de los propios trabajadores: impacta sobre el resultado de las organizaciones.
Algunos de los factores de actuación 🎬 que deben tenerse en consideración en edificios, oficinas y espacios laborales son:
- Aire: mejorar la calidad del aire interior que se respira mediante estrategias que incluyan la eliminación o reducción de fuentes de contaminación o el filtrado.
- Agua: acceso a agua de alta calidad, minimizando riesgos en cuanto a aspectos como la aparición de humedades, legionela, etc.
- Iluminación: diseño de sistemas de iluminación natural y artificial que mejoren el confort, la lucidez y la posterior calidad del sueño nocturno.
- Movimiento: ergonomía, mobiliario activo y mejorar las oportunidades de actividad física en los espacios donde trabajamos.
- Confort térmico: temperatura referencial para el mayor número de personas y adaptable, si el espacio lo permite, a las preferencias individuales.
- Sonido: mejorar el confort mediante el control de parámetros acústicos y un correcto aislamiento. Intrusión de ruido del exterior, privacidad de espacios, reverberación…
- Materiales: reducir la exposición de las personas a los componentes contaminantes de los materiales, los productos de limpieza o residuos.
Invertir en futuro
La arquitectura corporativa, además de trasladar los valores-fortaleza 💪 de una empresa a sus sedes corporativas y oficinas, ofrece la gestión integral de proyectos desde el diseño y desarrollo, hasta la entrega de llaves. Interiorismo, adaptación a normativas y certificaciones, y la optimización y adecuación de espacios a imprescindibles criterios de bienestar y calidad en el trabajo.
La Certificación Well, de la que ya hablamos en este anterior post, incide en muchas de las actuaciones señaladas. Un paso definitivo de la concienciación a la acción, una inversión que revierte rápidamente en salud, calidad laboral y, en definitiva, el futuro de empresas y corporaciones.
Ocupación armónica
En diferente plano, también cada día más empresas aplican el Feng Shui en su oficina con el fin de mejorar el bienestar, la concentración y la productividad de los empleados. Distribución, mobiliario, organización, 🎨 colores e iluminación son factores sobre los que actúa esta milenaria filosofía.
Una ocupación armónica y consciente de los espacios, cuyas peculiaridades y beneficios abordaremos en breve. Puedes leer otros artículos visitando el Blog de Garrods Real Estate o acceder a otros interesantes contenidos en los perfiles sociales en Twitter y LinkedIn de nuestra asesoría inmobiliaria corporativa y de inversión.